Blackjack: El rey de los juegos de mesa de casino
Blackjack reina como el juego de mesa de casino más popular, disponible en prácticamente todos los casinos en línea. Su ventaja de la casa relativamente baja y su varianza manejable lo convierten en una opción estratégica para el juego de bonificación, donde esté permitido.
Juego y reglas
La puntuación Blackjack es sencilla: los valores de las cartas se suman. Por ejemplo, un 4, un 5 y un 6 suman 15. Las figuras valen 10, mientras que los ases representan de manera flexible 1 u 11 (un as y un 7 pueden valer 8 o 18). ¿El objetivo? Consiga el valor de mano más alto por debajo de 21. Exceder 21 resulta en una "caída", una pérdida automática independientemente de la mano del crupier. Un 21 de 2 cartas, un Blackjack, es la mano definitiva y paga un lucrativo bono de 3:2. Otras manos ganadoras pagan 1:1.
Después de apostar, tanto el jugador como el crupier reciben dos cartas; Se revela una de las cartas del crupier. Las reglas estándar dictan que el crupier eche un vistazo a Blackjack si se muestra un As o una carta de valor 10. Si hay un As visible, los jugadores pueden optar por un "seguro": un pago 2:1 si la carta oculta del crupier completa un Blackjack. Sin embargo, el seguro conlleva una ventaja de la casa del 2-15%, generalmente desfavorable a menos que existan condiciones específicas (como una baraja rica en dieces). Consulta recursos especializados para excepciones. Un crupier Blackjack finaliza la mano inmediatamente. De lo contrario, el jugador decide su próximo movimiento:
- Stand: Mantener las tarjetas actualizadas.
- Acertar: Robar otra carta (repetida hasta el 21 o pasarse).
- Doblar: Doblar la apuesta y robar una carta más, finalizando la mano. Solo disponible en una mano de 2 cartas.
- Dividir: Con dos cartas del mismo valor, crea dos manos separadas, duplicando la apuesta. Cada mano recibe otra carta; son posibles más hits, stand o dobles (excepto después de dividir Ases).
Juego estratégico
A pesar de las reglas complejas, la estrategia óptima Blackjack es sorprendentemente simple. A diferencia de algunos juegos, no hay que preocuparse por la selección de cartas; la atención se centra en cuándo pedir, plantarse, doblar o dividir. Hay gráficos de estrategia detallados disponibles en línea para guiar las decisiones óptimas.